martes, 28 de abril de 2015
miércoles, 8 de abril de 2015
martes, 7 de abril de 2015
El paisaje ha sido uno de los motores de la evolución de la historia de la fotografía. La mirada fotográfica más antigua de la que tenemos conocimiento resulta ser un paisaje rural que Nicéphore Niepce nos legó en su Vista desde la ventana en Gras, 1826. Vista urbana o vista natural los pioneros documentaron el desarrollo social de nuestras comunidades partiendo de aquellos paisajes muertos, donde nadie parecía habitar, dando cuenta de las limitaciones técnicas de la época.FOTOGRAFIA DEL PAISAJE
A estas propuestas fotográficas siguieron otras donde los polos del realismo y del idealismo, una y otra vez alternaron su influencia. Ello condujo hasta un paisaje tamizado a través de las experiencias formales de las vanguardias o de las demostraciones de dominio del medio de Ansel Adams. La visión moderna del espacio encuentra sus precedentes en la Historia de la fotografía, pero sobre todo en el cambio a lapostmodernidad ofrecido por las aportaciones de William Eggleston, especialmente con su uso del color y su preocupación por trasladar la atención fotográfica a ese ningún-lugar-en-particular del que tanto han bebido las diversas hornadas de los artistas europeos de la Nueva Topografía, durante los años 1980 y 1990.
COMO FOTOGRAFIAR PAISAJES
Hombres de la tribu Tuareg, Sáhara
Consejo fotográfico: Tómate tu tiempo para explorar. Parte de la alegría de fotografiar paisajes está en la propia naturaleza. Se necesitará tiempo y paciencia para descubrir la mejor manera de mostrar lo que la hace única.
Manarola, Italia
Consejo fotográfico: Para conseguir una buena composición lo mejor es conseguir un equilibrio con la luz que surja de tres fuentes diferentes: la claridad del día, luces que estén fuera en la calle y luz de dentro de los edificios.
Nociones de composición
una buena fotografía es aquella que es capaz de permitirnos imaginar una historia, y con los paisajes podemos jugar mucho y evocar una gran cantidad de pensamientos y emociones. Pero volvemos al punto que nos interesa. Las nociones de composición en gran parte son extraídas de la pintura, y nos permiten tener una mejor apreciación del cuadro que estamos a punto de “pintar” con la cámara. Es algo a considerar cuando estamos planeando el encuadre, y afortunadamente la fotografía de paisajes nos permite tener el tiempo suficiente para pensarlo con cuidado –al menos, en la mayoría de los casos-.
Algunas nociones básicas a tener en cuenta son:
- La regla de los tercios: esta regla es fundamental para la composición en todo tipo de fotografía. Se trata de dividir la imagen en tres partes iguales, usando líneas imaginarias verticales y horizontales. Los puntos donde se cruzan las líneas son los llamados puntos de interés, y sobre estos mismos, así como también las líneas, se tienen que situar los objetos o sujetos que vamos a fotografiar. Si estamos haciendo una toma vertical, el punto más importante es el superior derecho. Si estamos haciendo una toma horizontal, es el inferior derecho. Esta regla nos permite aseverar, además, que nunca se debe poner el horizonte en el centro del encuadre.
- El ritmo: otro aspecto importante a tener en cuenta es el ritmo. En fotografía, consiste en la repetición de líneas, formas, colores o tonos. El ritmo puede terminar convirtiéndose en el tema de la fotografía en sí mismo, dependiendo de lo que estamos buscando. En principio, agregar ritmo a la toma a través de la repetición de algunos de estos elementos le suma más fuerza e impacto a la imagen. Cuando los elementos están ordenados de forma geométrica, tenemos un ritmo regular. Cuando no lo están, tenemos el opuesto, un ritmo irregular, que genera una impresión diferente en quien está admirando la fotografía.
- El punto de interés: el punto de interés es básicamente aquello que nos ha llamado la atención de un encuadre. En definitiva, sin un punto de interés no tendremos una fotografía de paisajes que se precie, y ni hablar de una razón para tomar la fotografía en primer lugar. Por así decirlo, el punto de interés es el protagonista. Aunque podemos pensar que se trata de un objeto o de una persona, en realidad, puede ser una infinidad de cosas, conjuntos de elementos, o un particular punto en un determinado paisaje. La existencia del punto de interés ayuda a que la persona que está admirando la fotografía pueda identificar el tema fácilmente sin sentirse confundida por muchos puntos importantes. El punto de interés de la fotografía tendrá que ser ubicado en el encuadre de acuerdo con la regla de tercios que mencionamos anteriormente.
- El ángulo: hace algunos días mencionamos los diferentes tipos de ángulos usados en la fotografía en nuestro post sobre la composición con perspectiva. La perspectiva es también fundamental en la fotografía de paisajes, por lo que aprovechamos para recordar los diferentes tipos de ángulos que existen. El normal (el horizonte en línea con la cámara), elpicado (el horizonte en la mitad superior del encuadre), el cenital (la cámara completamente por encima), el contrapicado (el horizonte en la mitad inferior del encuadre) y el nadir (la cámara por debajo del objeto que queremos fotografiar, como por ejemplo en la fotografía de arquitectura, lo pueden ver en la imagen debajo).
- Las formas: las formas son algo fundamental para crear el ritmo pero también pueden ser una de las claves para componer nuestra fotografía de paisajes. Por ejemplo, en fotografías del amanecer o del atardecer, el juego de las formas a contraluz, y más. Las formas que se encuentran dentro del mismo paisaje también pueden ayudarnos a componer lo que queremos, ubicando una parte particular de un paisaje en los puntos de interés.
- La ley del horizonte: en la misma línea de la regla de los tercios, la ley del horizonte nos indica separar el encuadre en tres recuadros simétricos, colocando la parte que queremos destacar en dos de estos recuadros, y poniendo lo menos relevante en el que queda.
- La ley de la mirada: finalmente, este último concepto nos indica que todas nuestras fotografías deberán tener más espacio en la parte frontal, espacio siendo lo que normalmente llamamos “aire”. Aunque se suele limitar esta ley a la fotografía de figuras humanas, se puede aplicar también a la fotografía de paisajes.
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